¿Cómo seleccionar y almacenar aguacates?

El sabor cremoso del aguacate y su adaptabilidad en la cocina le han valido un lugar especial en la cocina contemporánea. Debes desarrollar las habilidades de selección y almacenamiento inteligentes si quieres aprovechar al máximo este tesoro verde.

La «sensación táctil» es el primer indicador importante, pues el tacto sirve como herramienta de diagnóstico a la hora de elegir un aguacate. El aguacate demuestra que está maduro y listo para el consumo cuando cede ligeramente a una ligera presión. Sin embargo, si el aguacate se siente duro, tardará un tiempo en madurar a su mejor potencial, mientras que una textura excesivamente blanda indica que está demasiado maduro y a punto de echarse a perder.

Otro indicador importante es el «color de piel». Se desea una piel uniforme de color verde oscuro a pesar de la variación según la variedad. Cuando hay manchas marrones o áreas arrugadas, los compradores deben proceder con precaución porque estos defectos frecuentemente indican que un aguacate ya pasó su mejor momento o se ha echado a perder.

Otra pista importante la proporciona el «Sendero del Pedúnculo». Puedes determinar la madurez de un aguacate quitando el tallo corto al final de la fruta. A diferencia de un tono marrón, que indica que el aguacate está demasiado maduro y puede que no esté en su mejor momento, un tono verde saludable debajo del tallo indica una madurez adecuada.

Es fundamental comprender que las distintas variedades de aguacate tienen cualidades únicas. Cuando un aguacate alcanza su máxima madurez, por ejemplo, la variedad Hass tiende a volverse negra mientras que otras variedades permanecen verdes. Por eso es una buena idea familiarizarse con las variedades locales que son más comunes.

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Si quieres disfrutar del aguacate durante unos días, debes utilizar la estrategia «Comprar en diferentes etapas de madurez». Es posible garantizar un suministro constante de aguacates en su estado ideal comprando ejemplares que estén más firmes y maduros cuando estén listos para consumir.

Además, el «almacenamiento en el hogar» es fundamental. Los aguacates deben guardarse en un lugar fresco y oscuro, como una despensa, para evitar una maduración prematura. Sin embargo, no debes guardarlos en el frigorífico hasta que estén completamente desarrollados porque el frío puede impedir la maduración y oscurecer la pulpa.

Un truco eficaz para acelerar la maduración de los aguacates es meterlos en una bolsa de papel junto con una manzana o un plátano. El proceso de maduración del aguacate se acelera por la emisión de gas etileno de estos frutos.

Por último, pero no menos importante, si solo usas medio aguacate, lo mejor es guardarlo entero con el hueso en un recipiente hermético con un poco de vinagre o jugo de limón. Este procedimiento detiene la oxidación y el oscurecimiento, preservando la frescura del aguacate.